Header Ads

Decálogo del Juez




I. Ama a dios sobré todas las cosas e invoca su auxilio para cumplir dignamente tu misión.

II. Ama a la justicia como a ti mismo. La justicia es una virtud que debe estar encarnada en tu propio ser, como impulso vital que determine la razón de tu existencia.

III. Estudia. Sólo con el estudio constante y provechoso podrás pertenecer al espíritu de la ley que aplicas y no serás la ignorante víctima ni el esclavo servil de la letra muerta.

IV. Se imparcial. Olvida quién litiga y contra quién; y deja que la simbólica balanza se incline hacia el que tenga la razón o el derechó, sin que tú la toques.

V. Se libre, no pertenezcas a sociedades o corporaciones que te obliguen por fuerza material o moral a hacer lo que es contrario a la ley o a tus convicciones; tampoco aceptes imposiciones de nadie, porque el juez está sometido sólo a la ley.
VI. No retardes los juicios ni hagas nada que imponga mayores gastos a los litigantes, piensa que algún día tú también estarás en el mismo lugar.

VII. Sé paciente y tolerante. Responder a las diatribas de los litigantes con la misma exacerbación es rebajarse a un nivel al que un juez no puede descender.

VIII. No te embriaguez nunca. El ebrio es un ser ridículo y repugnante. Que no se diga de ti jamás que has perdido responsabilidad y confianza a causa de tu intemperancia.

IX. Sé moral en tu vida pública y privada. ¿Cómo podría el adúltero juzar a otro adúltero y el ladrón condenar a otro ladrón?

X. Detesta y aborrece la vanidad. ¿Acaso no has jurado: “No recibir cosa alguna, directa ni indirectamente, de ninguna de las partes"? El juez venal es un criminal que no solamente mata su propia dignidad sino que prostituye la justicia.

Dr. Arturo Araujo Villegas

1 comentario:

Te invitamos a publicar tu duda, consulta que tengas en mente hacerlo o quizá complementar a la información respectiva.

Con la tecnología de Blogger.