Unión para defensa patrimonial

Sólo con un trabajo conjunto, organizado y participativo entre Estado, sociedad civil, academia e instituciones públicas y privadas, se logrará rescatar, preservar, proteger y defender el patrimonio nacional.

Esta es una de las conclusiones que se recoge del Foro Puesta en Valor y Defensa del Patrimonio Cultural Boliviano, que se desarrolló durante tres días y culminó anoche en la Casona Santiváñez.
Según coincidieron los más de diez expertos que participaron de este evento, la importancia del patrimonio radica en la identidad de pertenencia que otorga a las personas, a los pueblos y naciones, y que al mismo tiempo se traduce en fortaleza, creatividad y productividad.

Jean Carla Quiroga, directora de la carrera de Ciencias Empresariales de la Universidad Privada Abierta Latinoamericana –en su intervención del jueves–, habló de la necesidad de implementar en Bolivia políticas de estado que garanticen el recuento y la clasificación de los bienes patrimoniales.

Quiroga también consideró la necesidad de plasmar la identidad patrimonial en los nuevos soportes digitales de comunicación, como el Internet, Facebook y otros, para de ese modo llegar a las nuevas generaciones y crear en ellas conciencia sobre la importancia de preservar la cultura y al mismo tiempo apropiarse de ella.

“La falta de un legado a su desconocimiento puede causar crisis de identidad colectiva”, aseguró la comunicadora social y magíster en Administración de Empresas.

Por su lado, la doctora en Antropología María de los Ángeles Muñoz –también en su intervención del jueves–, cuestionó la falta de relación entre el Estado y las instituciones involucradas en la protección del patrimonio y la cultura.

Muñoz observó que en las efemérides departamentales el Gobierno declara patrimonio a edificios históricos o sitios arqueológicos, pero que luego no existe interés por proteger y preservar los lugares y hacer cumplir las leyes, dejadez que también se percibe en la sociedad civil.

La doctora en Antropología también lamentó que en las leyes que se promulgan en este campo, los encargados de hacerlas no toman en cuenta las sugerencias de los especialistas y las otras miradas de los colectivos involucrados, lo que ocasiona que muchas de las normas se queden sólo en papel y no sea posible ninguna acción concreta.

Incallajta como ejemplo de trabajo participativo

María de los Ángeles Muñoz trabaja hace más de una década en el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Museo Arqueológico (Iniam) de la Universidad de San Simón, y puso de ejemplo el proyecto que desarrolló esa institución en Incallajta, como muestra del trabajo que se puede lograr entre una institución y la comunidad.

Incallajta (Cochabamba) fue declarado patrimonio en 1937, sin que durante décadas el Estado haga algo por su recuperación. Sin embargo, recién hace no más de diez años y con un afán de investigación arqueológica, el Iniam ingresó a desarrollar trabajos en la zona, habiendo logrado –con acciones planificadas, conjuntas y participativas con la comunidad– posicionar a Incallajta como un sitio modelo en preservación.

Por otro lado, el Foro de Puesta en Valor y Defensa del Patrimonio, organizado por el Departamento de Patrimonio y Servicios Culturales de la Oficialía de Cultura de Cochabamba, contó con la masiva participación tanto de universitarios, funcionarios públicos, instituciones y colectivos culturales diversos.

Además, las conclusiones del citado foro y las ponencias que fueron expuestas por los profesionales –locales y nacionales–, serán publicadas por la Oficialía de Cultura con el propósito de convertirse en un instrumento en favor del patrimonio boliviano.



Abundantes leyes para proteger el patrimonio

El antropólogo Néstor Araujo Mamani cerró anoche el Foro de Puesta en Valor y Defensa del Patrimonio, con su exposición sobre “Patrimonio arqueológico, comparaciones normativas y nuevos debates en la gestión de patrimonio cultural”.

Según este especialista, actual miembro del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por sus siglas en inglés), Bolivia cuenta con un  gran cuerpo de leyes a las que se puede acudir para proteger el patrimonio boliviano, tangible e intangible, como monumentos, danzas;  y patrimonio natural (orgánico e inorgánico).

Entre las normas a las que se puede recurrir, Néstor Araujo mencionó la Ley Nº 530 del Patrimonio Cultural Boliviano, la Ley de Autonomías, la Ley de la Madre Tierra y la Ley de Medicina Natural.



ANÁLISIS

Recuperación de objetos

Illa-Ekeko, pieza que se encuentra en Suiza y cuya devolución se gestiona

La socióloga Cristina Buba, científica social y gestora cultural que hace muchos años se dedica a recuperar y resguardar tejidos ancestrales del pueblo aymara de Coroma (Potosí), anoche habló de la necesidad de modificar o rectificar a través de su reglamentación la Ley Nº 530 de Patrimonio Cultural Boliviano, promulgada el 23 de mayo de 2014, que no ha podido corregir la omisión del artículo 99 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.

“Artículo 99. I.  El patrimonio cultural del pueblo boliviano es inalienable, inembargable e imprescriptible”, términos y aspectos que  dificultan la recuperación de objetos patrimoniales bolivianos.

Cristina Buba contó cómo en los años que trabajó en la recuperación de tejidos de Coroma, con la ayuda de la Policía, el FBI y abogados especialistas, lograron identificar cerca de seis mil tejidos bolivianos ancestrales en Estados Unidos y en manos de  traficantes, pero que sólo pudieron recuperar algunos cientos que ahora se encuentran resguardados en el Museo de Etnografía y Folklore de La Paz.

“Los bolivianos no sabemos conservar nuestro patrimonio”, sentenció Buba refiriendo cómo en la mayoría de los casos permitimos que nuestro patrimonio salga fuera y cómo además el país sirve de puente para el tráfico de objetos que son sacados del Perú o de Argentina.

Los Tiempos