Ley para la quinua
Se debe esperar que la ley sea efectiva para esta planta alimenticia, pero también que se generen normas similares para destacar la importancia de los otros tipos de agricultura que son la familiar, tradicional y orgánica. Además que en todo nivel se mantenga correspondencia con los postulados de otras leyes.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui), Juan Crispín, confirmó que la próxima semana el presidente Evo Morales promulgará la Ley para la implementación del Centro Internacional de la Quinua (ciq) en Bolivia, norma que tiene “el objetivo de contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria, la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza a través de la investigación científica y actividades relacionadas con la producción e industrialización sustentable de la quinua y especies afines”, según señala una reseña sobre este documento en la página web de la Cámara de Diputados.
La futura Ley estará
encargada de “promover la conservación, manejo y uso adecuado de los
recursos naturales y genéticos de la quinua y especies afines;
establecer los sistemas de conservación de germoplasma de quinua y
especies afines”, además, establece que el ciq será la entidad oficial
para la defensa, recuperación y protección de los conocimientos
ancestrales de la quinua pues sus funciones principales son promover la
investigación científica, innovación tecnológica, asistencia técnica y
formación de recursos humanos”.
Entre otros datos se sabe que el financiamiento para este centro
provendrá del Tesoro General del Estado (tge) y de otros recursos.
También que por gestiones del primer mandatario y la cartera de
Desarrollo Rural se logró que la Comunidad Andina de Naciones (can)
apoye que la sede de esta entidad sea Bolivia. El grano corresponde a la
clasificación de pseudocereal porque, si bien no pertenece a la familia
de las gramíneas que agrupa a los cereales “tradicionales”, su alto
contenido de almidón permite que sea usado habitualmente como un cereal.
En cuanto a su producción, Bolivia es el primer productor mundial,
seguido de Perú y Estados Unidos. En el territorio nacional existen más
de 95 mil hectáreas cultivadas con este vegetal; esta superficie genera
unas 48 mil toneladas anuales, de las que sólo el 25 por ciento se
consume en el país y el restante 75 es exportado, lo que no es
precisamente garantía para la seguridad y soberanía alimentaria del
Estado.
Si bien la gran
producción de quinua es importante para el país, ésta parece correr el
mismo camino de los monocultivos y agricultura extensiva que se realiza
en el oriente del país, que más que beneficiar a la población en general
sólo lo hacen con los productores, sin contar que los procesos que se
utilizan pueden ser dañinos para los ecosistemas y la misma salud de las
tierras cultivables.
Lo que sucede es que en este tipo de agricultura
no se aplica la rotación de cultivos, además que es común la utilización
de fertilizantes, plaguicidas y herbicidas químicos de gran perjuicio
ecológico.
Si bien el
caso de la quinua tal vez no tenga este problema, en general los
cultivos extensivos van en desmedro de los tradicionales y familiares
que tienen la característica de ser orgánicos y que son en realidad los
que alimentan a la población y ofrecen variedad para la nutrición
adecuada de las personas. Sin embargo, se debe esperar que la ley sea
efectiva para esta planta alimenticia, pero también que se generen
normas similares para destacar la importancia de los otros tipos de
agricultura que son la familiar, tradicional y orgánica. Además que en
todo nivel se mantenga correspondencia con los postulados de la Ley de
Derechos de la Madre Tierra y la Ley Marco de la Madre Tierra y
Desarrollo Integral para Vivir Bien.
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